"Calor, calor y más calor..." (4 de septiembre)

Lo que estaba previsto ha sucedido. Auguraraban calor y hemos llegado a los 40 grados..., se preveía sprint y así ha sido. Eso sí, dicho sprint se vendió caro, ya que hubo algunos saltos de corredores con un gran nivel, pero la apisonadora de los equipos interesados en las llegadas han puesto toda la carne en el asador.

No he pasado buena noche, el calor incomodaba bastante y el aire acondicionado para nosotros está prohibido. Por estas tierras si por el día pega, por la noche mitiga un poco, pero de fresco nada de nada, lo que son las cosas... ahora se echan de menos las tarde-noche de las tierras holandesas, ese fresquito cuando el sol se pone...

Durante la carrera me he encontrado bien en todo momento, síntoma que recuperé bien del esfuerzo extra de ayer. Lo único malo el sofocante calor. Pino no ha parado de repetirnos que no dejásemos de beber, agua, sales, latas de coca cola... esta vez habré bebido entre cinco y seis litros. Os cuento que es tanto lo que he sudado que normalmente en carrera suelo orinar dos veces, pero hoy no lo he hecho en ninguna ocasión. Ya estoy en el hotel y sigo igual... y seguramente hasta después de cenar no lo haré (orinar).

En cuanto a mis compañeros tocados por la batalla campal prácticamente están recuperados, con lo cual la moral del equipo está por las nubes: ganamos en efectivos y nuestro rendimiento como equipo ganará mucho en etapas venideras. El único susto del día fue el pinchazo de Eze en el peor momento, en el circuito final, pues la carrera estaba ya lanzadísima. Nos descolgamos todo el equipo y en pocos kilómetros estaba en la cabeza del pelotón.

Al acabar la etapa y después de varias dudas al final me confirmaron que mantenía el maillot de la Combinada un día más... y un día más recibo los aplausos y el cariño del público... que no hay nada mejor que esto...