En la sala de recuperación... (1 de septiembre de 2010)

Imprescindible...con los días tan intensos que estamos teniendo. El traslado de ayer, por ejemplo, que hizo que llegásemos a las tantas todos los equipos, el calor y la dureza de las etapas andaluzas han hecho que el pelotón se tomara un tiempo muerto, un pequeño compás de espera. Eso que la organización nos tenía preparada una buena emboscada a pocos kilómetros de meta, con carretera estrecha y viento de costado.

Día de recuperación pero sin olvidar nuestras obligaciones. Las consignas para el día de hoy eran estar en fugas numerosas y cuidar en todo momento a nuestro líder Eze. En mi caso he aprovechado para comer más de lo normal, beber y entablar alguna breve conversación con algún compi del pelotón, ya que en estos días anteriores la tensión de la propia carrera nos negó el tener un pequeño descanso. La etapa ha tenido poca historia, escapada de salida y desde el primer momento, consentida por el gran grupo.

Ya estoy en Murcia capital, atrás quedan tierras andaluzas. Las recordaré por el calor del público y la fuerza del sol... además claro está, de la dureza de los recorridos, que seguramente -como ya he comentado- pasará factura a más de uno. Hoy, con un mínimo traslado y con más tiempo para poder descansar. Falta hace la verdad, porque lo que queda por delante es largo y muy duro. Por suerte aquí estaré un par de noches, así que menos trabajo para nuestros auxiliares y más horas para nuestro propio descanso.

Con más calma, hoy, en la salida de la etapa, pude felicitar a mi compi de pelotón Igor Antón, ganador de la etapa de ayer... un gran ciclista y mejor persona, me alegré mucho por él.