"Una lástima... no pudo ser". (6 de septiembre)

Mis dorsales...

Desde el banderazo de salida estuve en todo momento buscando la posible fuga. Lo intenté en varias ocasiones, pero por lo visto hoy no era para mí... Una lástima, ya que se sabía de antemano que se iba a hacer y con posibilidades de llegar ya que en teoria y tal y como está la clasificación general nadie iba a coger la responsabilidad de tirar del pelotón. Fruto de ello es que hubo esa escapada, aunque en ella -y es curioso- no había ningún corredor de equipos españoles. Los fugados llegaron a tener una buena minutada e incluso uno de ellos, el francés del Cofidis, David Moncoutie, entró segundo.

Ayer como ya os conté no hice la crono a tope pensando en estos días y en guardar fuerzas para una posible fuga. Hoy, en los reiterados intentos de meterme en ellas, gasté demasiadas energías y que al final de la durísima etapa las he echado de menos. Lo positivo es que me encuentro bien, tengo fuerzas y estoy muy motivado, así que tened por seguro que lo seguiré intentando.

Hemos tenido suerte y no nos ha llovido. Eso sí, muchísima humedad... mi trabajo una vez que la escapada se fraguó ha sido estar al lado de Eze, David García y Herrero, subiendo bidones de agua, comida y lo que necesitasen. Ya en las primeras rampas del último puerto me dejé ir, guardando todo lo posible, que esto es muy largo.

Hoy -y después de dos noches en el mismo sitio- nos hemos trasladado a San Juan (Alicante), con una buena cena en el estómago. Luego, las llamadas de rigor como cada día (sobre todo a la familia). En cuanto termine de redactar esta crónica, a camita y a intentar dormir todo lo posible, que mañana tocará otro duro día... ¡Buenas noches!

P.D.: El maillot blanco de la Combinada lo perdí, como era lógico. Ayer por error me lo entregaron a mí, pero ya no me pertenecía, así que esta mañana en el bus, camino de la salida, me ha tocado poner los dorsales en mi habitual maillot.