"En la punta del sillín" (17 de Julio de 2010)

Os escribo desde la habitación de nuestro hotel de Torrejón. La verdad es que estamos en familia, ya que el equipo siempre que está por la zona se hospeda en él, es nuestra casa.

Dos etapas para hoy. Hace unas horas que hemos terminado el primer día de competición de la Vuelta a Madrid, y todo ha ido según lo previsto. Es mi regreso a la competición después de bastante tiempo y por fin he resuelto el tema de mi tendinitis. Sabía que me tocaría sufrir más de lo normal por la baja forma en la que me encuentro, así que -tanto en la crono a primera hora de la mañana, como en el segundo sector de la tarde- me ha tocado ir, y como se dice en el argot ciclista, "en la punta del sillín".

Por la mañana nuestro líder y compi Ezequiel se marcó una buena crono, así que las consignas para el sector de la tarde eran estar en todo momento a su lado y arroparlo. Este segundo sector ha sido un circuito largo pero por las distintas calles, con el peligro que conlleva de las posibles caídas... que las hubo, pero por suerte todo el equipo las hemos salvado. A esto hay que añadirle las altísimas temperaturas, 40 grados, con lo que se nos ha hecho más duro si cabe la jornada de hoy.

Mañana nos espera una madrugadora salida camino del alto de Morcuera, etapa corta con la cual estoy seguro que será movida desde la línea de salida, pero eso ya os lo contaré en breve...

Deciros que ayer mi día empezó bastante temprano. Viaje a Madrid por carretera, y ya que estábamos, con la intención de ir a ver el final de etapa de la Vuelta a España, con meta en la "Bola del Mundo" (Sierra de Guadarrama-Puerto de Navacerrada). Nuestros mecánicos nos montaron 38x28 dura la subida. Pensaba que sería más duro... lo malo es el suelo, no es asfalto si no cemento. Lo dicho, tanto los compis que fuimos como yo, nos hicimos una idea de cómo será uno de los finales de la próxima Vuelta a España. Al acabar, bajada y dando pedales durante un rato entre Navacerrada y Cotos.

Así que el día de ayer estuvo bien aprovechado... a última hora del día sí que ya me notaba cansado. Hoy lo estoy más, pero esperemos tener fuerzas suficientes para poder ayudar a Eze a conseguir el triunfo final.