En la misma línea... (9 de septiembre de 2010)

Cartel gigante situado en la entrada a mi pueblo. (Foto: Noticias O Rosal)

Si ayer os contaba que fuimos valientes a la hora de buscar la etapa, hoy más de lo mismo. La escapada no tardó nada en hacerse. Pasado el largo tramo de neutralización, a las primeras de cambio se hizo la fuga con mi compi Veloso en ella. Por detrás, los equipos de los sprinters tenian una de las pocas oportunidades, y por lo tanto se pusieron el mono de trabajo y en todo momento tenían a tiro a los escapados.

En el único puerto de la jornada montamos un movimiento táctico, lanzamos a dos corredores: Gustavo y David, con la intención de desarbolar a los equipos de los sprinters... no lo conseguimos, pero durante toda la etapa fue un tú a tú con ellos. Si en una referencia se bajaba diez segundos en la siguiente se subía y así hasta que entraron más equipos con más corredores y... frescos, con lo cual muy cerca de meta fueron absorbidos. No ha podido ser, lo hemos intentado, un día uno y otro día un nuevo compañero. Lo importante es estar ahí, cumplir algunos de nuestros objetivos y sé que tarde o temprano llegará esa victoria... mientras tanto hay que trabajar para ello.

Una de las pancartas que han colocado muy cerquita de mi casa. (Foto: Noticias O Rosal) 

En cuanto a mí, un día más los presagios no se han cumplido. De ser un día tranquilo se ha convertido en uno de los llamados pestosos... y en todos los sentidos. Estoy bastante cansado, el ritmo durante toda la etapa ha sido altísimo, muchos repechos duros, viento en contra casi siempre y además, un traslado bastante largo... hemos llegado sobre las nueve de la noche a nuestro hotel en las afueras de Zaragoza. Demasiado tarde, pero esto también forma parte de una gran vuelta. También deciros que hoy ha sido un día de contrastes de temperaturas, de la lluvia y el frío de Andorra -e incluso una pequeña nevada en las cimas de las montañas- a los treinta grados de Lleida... y todo eso en apenas cinco horas.

Poco a poco vamos entrando en la etapas del Norte, donde la clasificación general debe ir tomando forma. Llega el fresquito, el verde de los montes y por supuesto, infinidad de puertos y más terreno duro...

No me cansaré de daros las gracias por todas las muestras de cariño que estoy recibiendo, tanto a través de esta página como en la llegada y salida de las etapas. Y por supuesto, para mis paisanos y vecinos rosaleiros que siempre se vuelcan conmigo, de verdad... ¡GRACIÑAS!