En cuanto a la etapa de ayer algo muy similar, pero al revés, cerca de meta había un puerto con una considerable pendiente, donde se formó un grupo en el que iban nuestro líder Eze y nuestro compi David García, además de algunos "capos" más. Llegaron a tener una diferencia considerable, hasta el punto que creí que la Vuelta podía decidirse en esa escapada. Al final, entre el mal entendimiento entre ellos y en que atrás que tiraban muy fuerte todo quedó en un susto para algunos y en un "sabor agridulce" para otros, como nosotros, ya que con ello eliminábamos a varios adversarios.
Hoy en la salida de la etapa muchísima gente, me sorprendió, ya que por desgracia esto no es así. En dos etapas estamos dando pedales por la zona norte de la provincia de Burgos, carreteras sinuosas, estrechas, entre cerrados valles y apenas el temido viento ha asomado la cabeza, mejor así. Qué deciros de estos parajes, en cuanto la carrera me lo permite me recreo en verlos.
Para mañana la película cambia. Ya no habrá esas órdenes de equipo de cuidar en lo posible a nuestro líder (Eze) y si surgen fugas de varios miembros debemos de estar en ellas. Mañana nada de eso, una crono por equipos y como salimos bastante tarde tendremos tiempo de verla con calma.
Aquí estoy a puntito de irme al sobre, nada de calor y una brisa fresquita que no podéis imaginar como se agradece...
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