Día de perros... (9 de febrero de 2010)

Ya estoy en el hotel. Una buena ducha caliente, con el correspondiente masaje en las "patas" y una buena cena... pues aún así todavía tengo el frío en el cuerpo. Sin duda el de hoy ha sido el peor día encima de la bici, climatológicamente hablando. Las he pasado canutas y eso que por mi tierra tenemos días malos, malos y estoy más o menos acostumbrado... pero lo de hoy ha sido de órgado...

Nos ha llovido... nos ha pegado una granizada en los dos puertos tremenda... muchísimo frío... un viento muy molesto y hasta bajando Puig Major íbamos frenados... algo increíble. Las caras de mis compis al llegar al autobús eran un auténtico poema... la mía más de lo mismo, supongo. Hoy nos ha tocado la cara amarga con el tiempo, y eso que la etapa ya empezaba a tener una buena dificultad: puertos de consideración, repechos... pero eso sí, por sitios preciosos...

En cuanto a la carrera, la gente (los demás compañeros de pelotón) os puedo decir que aquí nadie se ha dormido en los laureles. ¡Vaya ritmo el vivido hoy, no se ha ido nadie en la primera mitad de la carrera, una velocidad endiablada... ni un respiro en todo el día! Fuga que se intentaba hacer para abrir camino siempre había alguien que la echaba abajo. Muchos nervios dentro del pelotón... en un momento nos tocó tirar, ya que no metimos a nadie. Esta era una de las premisas puestas para hoy por Pino, la otra era proteger y dejar lo más arriba posible a José Antonio de Segovia y Gustavo Rodríguez.

Poco a poco me voy encontrando mejor -más o menos lo esperado- con respecto a lo que me había marcado para estas carreras. Hoy en mi tercer día, y ya con puertos y con un desnivel considerable, he visto donde estaba mi sitio. También he cambiado la posición de la bici debido al sillín nuevo. Si no hay cambios de última hora correré todos los días de esta Challenge de Mallorca. Esperemos que el tiempo sea un poco más benevolente con nosotros en los dos días que quedan de carrera...