Muerto, pero con las botas puestas... (30 de agosto de 2010)

No sé por dónde empezar. Todavía estoy en un estado de euforia. Ya he cenado y me encuentro con los compis a las puertas del hotel, tomando un café. ¡No paro de recibir llamadas y mensajes de muchos de vosotros! Especialmente me ha emocionado la de mis padres... al oír sus voces se me ha puesto la piel de gallina.

También he vivido el lado opuesto, la cara más amarga, fui engullido por el pelotón en las primeras rampas de la subida final. En ese momento me vine abajo, quité el plato grande, puse el 23 y para meta. Una situación muy injusta, pero así es la grandeza de este deporte... otras veces soy yo el que tira para coger al fugado y viendo también la pancarta de llegada. Hoy fui yo y mañana será otro, no dejan de ser hechos que se producen por la misma carrera.

Ya en frío empiezo a valorar el hecho de subirme al podium como portador del maillot de la Montaña. Ser protagonista durante muchos kilómetros en fuga... una fuga que no os podéis imaginar lo que ha costado hacerse. El ritmo desde la salida ha sido endiablado, todos querían la escapada y los que no estaban no se conformaban con el dibujo que había en la carrera. El calor también ha hecho mella, aunque no tanto como ayer, pero sobre todo debido al terreno por el que hemos transitado, ya que los únicos kilómetros llanos han sido cuando he cruzado la ciudad de Málaga. Superamos los 3400 m. de desnivel... y a una velocidad altísima.

Hoy es uno de esos días que, como se dice en el argot ciclista, "iba sin cadena". Desde el banderazo de salida me he encontrado muy bien y en el puerto largo de la jornada decidí irme en solitario. Lástima que al final las fuerzas me faltaron para esos dos últimos kilómetros, que en verdad tenían una dureza más que considerable.

Ahora toca recuperar fuerzas, apenas he descansado en la tarde de hoy. Me ha tocado pasar control, atender a los medios de comunicación, el masaje, la cena y hablar con la gente. ¡Pero qué os puedo decir, todos los sin sabores que me han tocado vivir esta temporada con las lesiones, se recompensa con lo vivido en el día de hoy...!

Quiero agradeceros vuestras llamadas y mensajes de ánimo y felicitación. Me es imposible contestar a todos y por eso desde aquí... ¡MIL GRACIAS por las muestras de cariño hacia mi persona!

¡Saludos!